Hablar de este tema es como referirnos a las arrugas que el correr del tiempo nos deja en la cara; es ver en una radiografía, el tiempo transcurrido, por nuestra propia generación. El 80% de los casos de osteoporosis son producidos por el envejecimiento de los huesos. Éstos son órganos de sostén y apoyo, cuando realizamos movimientos, el esqueleto requiere de gran resistencia; cuando este pierde calcio, se pierde también el elemento fundamental para mantenerse compacto, convirtiéndose en frágil y quebradizo. Los huesos están formados químicamente por ácidos cálcicos en su exterior y tejido esponjoso en su interior, siendo por fuera fuerte como marfil.
La osteoporosis, en definitiva, es la pérdida de calcio, es la afección más común, siendo, en ocasiones su descubrimiento, un hallazgo radiológico casual. Hay dos grandes grupos de osteoporosis, las generalizadas, como lo son las seniles, las producidas por tomar cortisona mucho tiempo, por hipotiroidismo, estados de hambre, etc. Aparece en un 25% en individuos de mas de 50 años, luego de 65 años, la proporción aumenta al 50%, entendiéndose que en tanto el envejecimiento aumenta, también lo hace esta afección. Es poco lo que se sabe acerca del origen de esta tan común lesión, pero lo cierto es que la influencia hormonal, es fundamental; ello está demostrado por el hecho de que las mujeres padecen cinco veces más de esta enfermedad que los hombres. De conocerse bien las causas que la provocan, podría detectarse más a tiempo; pero se puede retrogradar o por lo menos frenar su evolución, de allí la importancia de un diagnóstico precoz y que no pase desapercibida. Los huesos más frecuentemente afectados son los cortos y planos, como las vértebras, costillas, pelvis, etc.
Aunque muchas veces nos falten ganas o tiempo para controlar nuestra salud, es conveniente, a determinada edad, estudiar nuestro esqueleto, ya que la osteoporosis avanza sin avisar y generalmente, el médico la descubre luego de una fractura espontánea de algún hueso con una debilidad que empezó a producirse muchos años antes. Esta afección también se manifiesta con deformidades y dolores, estos pueden ser sordos, que aparecen generalmente en la columna y se acentúa después de estar mucho tiempo de pie o al viajar largos trechos en auto o autobús. Tienen las características posturales y se agudizan con cada cambio de éstas. Los pacientes requieren de sostén ya sea con fajas u otro elemento, acostarse sobre camas duras y sentarse sobre asientos anatómicos que rellenen el hueco de la cintura y den buen apoyo a la cintura. Otro tipo de dolor es el que surge, mayormente, luego de una fractura patológica, las más comunes son las vertebrales, a modo de aplastamiento, frecuentemente se produce viajando en un vehículo, al pasar éste un bache, los huesos, faltos de calcio y por ende de consistencia, no resisten la trepidación y se desmoronan.
El dolor es intenso cuando el aplastamiento comprime algún nervio, da sensación de opresión de pecho muchas veces confundido con infarto de miocardio; el individuo queda inmóvil para evitar cualquier roce de huesos o nuevas compresiones, estornudar o toser resulta imposible de tolerar. Otros huesos afectables son las costillas, el solo apoyarse con el tórax sobre un mostrador puede acarrear una fractura; una caída en la bañadera, sería una causa de muchas y severas fracturas, sobre todo en los puntos de colisión; de aquí deriva el hecho de que una caída a edad avanzada no perdona. La osteoporosis también provoca deformidades, siendo notable la redondez de la espalda, llegando en casos avanzados, a una evidente giba; la estatura disminuye, parecería que la persona se encogiera y su talla se reduce notablemente.
Para tratar esta afección, existen medidas de prevención. Es imperiosa una dieta cálcica suficiente, con alimentos lácteos y sus derivados, almendras legumbres, etc. Hay que evitar fracturas, cuidando especialmente la inestabilidad en la marcha, no permanecer por tiempos prolongados inmóvil, el sedentarismo es el peor enemigo de los huesos; cuando la necesidad no da opciones, como es el caso de las convalecencias prolongadas, yesos, etc, hay que tomar las medidas adecuadas con ejercicios en cama y la medicación adecuada. Controlarse en la época de la menopausia presenil, cuando hay tomas prolongadas de corticoides, en carencias alimenticias es imperioso un examen de rutina con el médico de confianza. El ser humano es el que en muchas ocasiones no toma conciencia de sus propias debilidades e ignora el motivo por el cual atenta gravemente contra su salud, al no tomar medidas o tratarse adecuadamente. En las últimas décadas cambiaron tan radicalmente las medicaciones y los métodos gimnásticos, que el hombre actual tiene excelentes alternativas para llegar a una vejez elegante y con buen porte, distinto a nuestros a nuestros antepasados. Luche por lograrlo.
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