Los discos se encuentran entre medio de las vértebras y cumplen una doble función: por un lado amortiguan los impactos para proteger la integridad de las vértebras y por el otro colaboran con la gran movilidad que tiene la columna. Los discos están conformados por una sustancia gelatinosa compuesta en un 88% de agua y contenido por anillos de fibrocartílago; estos anillos se pueden deformar o romper y en ese caso el disco pierde su forma original comprimiendo generalmente estructuras periféricas como por ejemplo las raíces nerviosas que emergen de la médula espinal y van hacia todo el cuerpo.
Los discos intervertebrales están conformados por el núcleo pulposo y 8 anillos de fibrocartílago uno adentro del otro; cuando se lesiona inicialmente se van rompiendo los anillos de adentro hacia afuera, es decir, el primer anillo que se rompe es el mas interno, el que está en contacto con el núcleo pulposo. A medida que se van rompiendo los anillos la contención es cada vez mas débil, no es lo mismo una contención de 8 anillos que una de 4; por lo cual, cuando esto ocurre el disco comienza a deformarse, esto se llama “abombamiento” y en general no comprime otras estructuras ya que, mas alla de que ha perdido su forma original, no es lo suficientemente amplio como para invadir otros sectores en su periferia. De todas formas un disco abombado nos esta hablando de un problema biomecánico que esta generando una lesión y solo es cuestión de tiempo para que esto evolucione a una patología dolorosa; también puede estar provocado por un traumatismo o un gran esfuerzo.
Síntomas
Si la mayoría de los anillos se rompen el disco se va a deformar aún mas, como si apretaramos un globo pequeño con la mano, se va a formar una burbuja hacia afuera; esto se llama “protrusión” y en la mayoría de los casos suele comprimir estructuras aledañas, hacia los lados las raíces nerviosas y hacia atrás la medula.
Cuando todas las contenciones del disco se han roto y no queda ningún anillo de fibrocartílago integro el núcleo pulposo, esa sustancia gelatinosa que funciona idealmente como amortiguador se sale, se escapa de su contenido para migrar hacia donde la suerte lo lleve. Esto puede ser hacia un neuroforamen (espacio por donde emerge las raíces nerviosas) o hacia el canal medular; esta patología tiene el nombre de “hernia de disco” y es el estadio de máxima gravedad que podemos sufrir con respecto a los discos intervertebrales, de hecho, cuando el contenido se escapa y se filtra dentro del conducto medular puede migrar hacia arriba o hacia abajo conformando lo que se llama un “secuestro” de material discal que se puede encontrar hasta varios niveles de distancia de su lugar de origen.
Irónicamente en ocasiones una protrusión discal puede generar mayor sintomatología que una gran hernia de disco porque como decimos siempre: no existen reglas fijas en las patologías sino pacientes con dolor a causa de una patología, cada persona debe ser abordad de manera individual y específica.
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