Canal estrecho
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  • Foto del escritorFurman Salud

Canal estrecho

Si usaras una camisa tres números menores al de tu talla usual, te sentirías ahorcado por un cuello apretado; pues bien, algo similar ocurre en ocasiones con nuestra columna, ella es el estuche de nuestra médula, es el protector de estructuras neurológicas tan importantes que cualquier alteración de ellas, provoca dolores y hasta invalidez. La médula y sus envolturas viven dentro de esta casa y cuando esta casa se achica, se estrecha, la médula y los nervios que de ella emergen se comprimen provocando diversos síntomas, los más comunes son dolores de cintura luego de dormir boca abajo, este lumbago va generalmente acompañado de inflamación del nervio ciático con dolor que va desde la zona glútea y que recorre ambos muslos y piernas, todo esto se exacerba al caminar cortos trayectos y que no calma al pararse, el paciente solo siente alivio si se agacha, se sienta o se acuesta boca arriba con las rodillas flexionadas; también aparecen calambres y hormigueos en ambas piernas con dolor y en ocasiones con inestabilidad y falta de fuerzas.

Es curioso como se presenta esta patología cuando un individuo se ve obligado a subir o bajar una cuesta, pues esto despertará dolor acorde con la compresión y a la postura que adopte la cintura en el momento de tal exigencia, también puede haber sensación de orinar más seguido. La cuestión es que las personas, por dolor abandonan sus distracciones predilectas como los ejercicios, las caminatas o sus deportes y muchos de ellos se ven obligados a abandonar sus actividades laborales.


La causa más común para que esto pase es la artrosis, por la que el roce entre las articulaciones desgasta cartílagos y estructuras vertebrales, provocando picos de loro que van ocupando el túnel, dejando cada vez menos lugar a la médula. Esta afección es lógica que aparezca en personas mayores por el desgaste natural; pero existen otras afecciones que pueden provocar un canal estrecho como ser desviaciones graves de columna, como la escoliosis, traumatismo importante en los que se puede desmoronar la arquitectura de la columna, adherencias que se instalan luego de alguna cirugía, en estos casos el organismo después de una agresión quirúrgica tiende a reconstruir las zonas afectadas con tejido cicatrizal, cuando esto se produce en exceso ocupa lugares inadecuados estrechando el canal raquídeo, también una persona puede llegar a nacer con un canal chico.

La solución a este problema pasará por la liberación de la médula y de los nervios comprimidos, por vía de una cirugía y entendamos que esta se usará como último recurso, cuando otros métodos ya no cumplan las aspiraciones de alivio del enfermo; hasta ese momento se aconseja el uso de fajas lumbares al realizar esfuerzo, dormir sobre un colchón duro, evitar levantar objetos pesados ya que todo esfuerzo termina en un consultorio.

Es muy beneficioso realizar ejercicios programados, tracción lumbar y quiropráxia, esta por supuesto deberá estar en manos hábiles e idóneas; por otra parte existe hoy medicación que logra conservar los cartílagos existentes, por lo que podemos suponer que si el paciente hace bien los deberes, se cuida, no exige a su columna extremadamente y sigue las indicaciones médicas, tendrá columna para rato y tal vez nunca necesite una resolución quirúrgica en definitiva, el destino de cada columna pasará por la responsabilidad del mismo enfermo.

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